viernes, 13 de diciembre de 2013

Acceso de las mujeres a la educación, ingresos y permanencia en el mercado de trabajo





Para analizar la situación de las mujeres en la educación y en el mundo del trabajo, es importarte recordar que millones y millones de mujeres han transformado sus vidas en el mundo a partir de tres revoluciones: 

1)  La inversión de la tasa de natalidad.  En Colombia el promedio de hijos e hijas por hogar en 1989 era 5.8 y en el 2009 es de 2.2.  Lo anterior pese al discurso religioso y a la imposición social de la maternidad como modelo aceptado para las mujeres.[1] 

2)    El acceso significativo a la educación.  Este, sin lugar a dudas, constituye uno de avances más relevantes, hoy en promedio la población femenina recibe un año de educación más que los hombres. 

3)    El acceso paulatino y sistemático al mundo del trabajo. Analizando los datos para Medellín, encontramos que hacia 1985 la tasa de participación de las mujeres en el mercado de trabajo era de 38.6% hoy es de 54.9%.


En este sentido, la garantía de educación, así también como el acceso y permanencia de las mujeres en el mundo del trabajo productivo, constituyen elementos centrales para cerrar las brechas que hay entre hombres y mujeres; puesto que mayor educación para las mujeres y más empleo, favorece su autonomía y el ejercicio de la ciudadanía.

Sin embargo, pese a las transformaciones que favorecen la participación de las mujeres en el ámbito laboral, estas siguen discriminadas en esta esfera, enfrentando en todo el mundo tasas altas de desempleo, amplia informalidad y subempleo, y poco acceso y permanencia en el sector formal de la economía, tal como lo demuestran los datos recogidos para la ONU y la OIT, no solo en América Latina, sino en Norte América, Europa y otras regiones del mundo.



Desarrollo, desigualdad, educación y mundo del trabajo en Medellín


El Índice de Desarrollo Humano para Medellín y el Área Metropolitana fue  86.44 para 2011, sin embargo, persisten los niveles de desigualdad que alcanzan 0.5 según el Gini, lo que hace a Medellín, la cuarta ciudad del país con mayor nivel de desigualdad en la distribución del ingreso después de Montería, Pasto y Cali.[2] Hoy por ejemplo, encontramos brechas importantes en temas de desarrollo en las comunas con menor IDH, relacionado con el ingreso al mundo del trabajo productivo y con el acceso al sistema educativo. 


En Medellín, la ciudad ha aumentado de manera significativa en las coberturas educativas y han bajado las tasas de analfabetismo; sin embargo, al igual que en otras regiones del país, las mujeres tienen un acceso a la educación desigual, al considerar variables socioeconómicas, de ubicación en la zona rural o urbana, y la afectación por dinámicas propias del conflicto armado, concretamente por desplazamiento forzado.  Es así como preocupa las tasas de analfabetismo de las mujeres mayores de 45 años negras  e indígenas que son muy superiores a las de otras poblaciones, y las brechas en términos educativos entre las mujeres urbanas y rurales; lo que exigiría de la Administración Municipal respuestas a esta problemáticas diferenciales, que permitan superar discriminación.  En este aspecto es importante insistir en que la educación constituye un factor de desarrollo muy importante para las mujeres y que cuando se disminuye la inversión de recursos por parte del estado, para un tema como la disminución de coberturas en extraedad, esto afecta la realidad de las mujeres.


Hay avances en Medellín para la transversalización del enfoque de género en el tema de educación, materializados en el Acuerdo 036 de 2011,[3] a través del cual la Secretaría de las Mujeres viene impulsado acciones para la erradicación del sexismo en la educación. Sin embargo, siguen persistiendo obstáculos en las instituciones educativas para la implementación del enfoque, por la poca sensibilización y falta de formación de los educadores y educadoras en el tema.

Asuntos a tener en cuenta para el análisis del mercado laboral:[4]

·         Doble y triple jornada laboral, este es un tema a menudo “minimizado”, pero para nosotras es importante políticamente visibilizarlo y relacionarlo con los asuntos de la economía del cuidado (Ley 1413 de 2010).[5] Las mujeres ingresan al mercado laboral, pero los hombres no ingresan al trabajo reproductivo, lo que constituye un elemento de desgaste y saturación del trabajo para las mujeres.  A lo anterior se suma, la interrupción en las trayectorias laborales de las mujeres, ya que estas asumen las tareas del cuidado, sobre todo cuando tienen niños y niñas pequeñas.

·         Las tasas de desempleo de las mujeres siguen por encima de las de la población masculina, para las primeras en el 2011, esta alcanzó el 13.8%, mientras que para los segundos fue de 10.8%. Datos importantes en relación con las comunas con mayor IDH y las de menor IDH muestra por ejemplo, como en el Poblado la tasa de desempleo de las mujeres es de 5.8% mientras en el Popular es de 23.5%.[6]  Sin embargo, es importante anotar que hasta en las comunas, en las cuales se presume, que las mujeres tengan mayores oportunidades de acceso al mercado de trabajo, estás siguen siendo discriminadas.


·         La tasa de subempleo por ingresos y competencias para las mujeres en Medellín fue de 24.1% en el 2011  (en el caso de los hombres este es del 22.5% para este mismo año).[7] El 32.5% de las mujeres están como cuenta prosistas y siguen concentradas en las ramas de la economía que representan mayor informalidad y menor crecimiento económico, de lo que podría deducirse el tipo y la calidad del empleo en el que están localizadas.

·         Permanecen formas precarias de inserción laboral para las mujeres, lo que remite a preguntas por el tipo de educación que recibimos las mujeres, ¿Por qué sí tenemos más años de educación estamos más subempleadas, informalizadas y precarizadas?

·         Las políticas locales de generación de empleo y de aumento de ingresos para las mujeres están dirigidas al auto-empleo, lo que muchas veces es una manera de insertarse en el mercado laboral de forma precaria.

·         No hay una correspondencia con las políticas públicas de trabajo decente y, economía social y solidaria, cuando estas políticas no son lo suficientemente desarrolladas para plantear estrategias de acceso y permanencia de las mujeres en el mercado laboral.

·         Gran parte de los hogares del Programa Medellín solidaria tienen jefatura de hogar femenina, estas mujeres tienen pocas oportunidades de capacitación y de formación; lo que reafirma, la necesidad de mantener las acciones afirmativas para las mujeres en esta área.


Asuntos críticos frente al tema de educación y acceso y permanencia en el mundo del trabajo

·         No se aplica el concepto de trabajo decente suscrito por la OIT y en parte ratificado con una política pública en la ciudad, en los modelos de emprendimiento implementados para las mujeres (recordemos que el trabajo decente  se establece con criterios de libertad, dignidad humana, igualdad y seguridad como condiciones necesarias y muy importantes para el mundo del trabajo productivo).

·         Las formas de trabajo no remuneradas, el trabajo familiar sin remuneración sigue estando concentrado en las mujeres, al igual que el subempleo y la informalidad.

·         No hay una correspondencia con la mayor educación de las mujeres y su mejor ubicación en el mundo del trabajo.

·         Temas como el desempleo, la informalidad y el subempleo en las mujeres, no competen únicamente a la Secretaría de las Mujeres, se requiere de políticas públicas que afecten las inequidades, no solo para las mujeres, sino para otras poblaciones que también están muy discriminadas y precarizadas en la fuerza de trabajo.


·         Los emprendimientos no son la solución a los problemas de las mujeres en el mercado de trabajo, hay aspectos estructurales que se requieren trabajar con políticas más contundentes de orden nacional, regional y local.


·         Se requiere mantener las acciones afirmativas para las mujeres en educación, ya que estas repercutirán en el futuro, en su mejor ubicación en el mercado de trabajo.





[1] Datos extraídos del estudio: Mercado de trabajo en Antioquia, definiciones conceptuales y elementos para la discusión.  Red de Observatorios Regionales del Mercado de Trabajo –Red ORMET

[2] Ibíd. Pág. 51

[3] Política pública de transversalización de género para los proyectos educativos institucionales.

[4] Los datos utilizados para análisis del mundo del trabajo, son extraídos del estudio: Mercado de trabajo en Antioquia, definiciones conceptuales y elementos para la discusión de la Red de Observatorios Regionales del Mercado de Trabajo –Red ORMET.


[5] Por medio de la cual se regula la inclusión de la economía del cuidado en el sistema de cuentas nacionales con el objeto de medir la contribución de la mujer al desarrollo económico y social del país y como herramienta fundamental para la definición e implementación de políticas públicas. Economía del cuidado:  “hace referencia al trabajo no remunerado que se realiza en el hogar, relacionado con mantenimiento de la vivienda, los cuidados a otras personas del hogar o la comunidad y el mantenimiento de la fuerza de trabajo remunerado. Esta categoría de trabajo es de fundamental importancia económica en una sociedad.

[6] Ibid.


[7] Ibid.

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