Para
analizar la situación de las mujeres en la educación y en el mundo del trabajo,
es importarte recordar que millones y millones de mujeres han transformado sus
vidas en el mundo a partir de tres revoluciones:
1)
La inversión
de la tasa de natalidad. En Colombia
el promedio de hijos e hijas por hogar en 1989 era 5.8 y en el 2009 es de
2.2. Lo anterior pese al discurso
religioso y a la imposición social de la maternidad como modelo aceptado para
las mujeres.[1]
2)
El acceso
significativo a la educación.
Este, sin lugar a dudas, constituye uno de avances más relevantes, hoy
en promedio la población femenina recibe un año de educación más que los
hombres.
3)
El acceso
paulatino y sistemático al mundo del trabajo. Analizando los
datos para Medellín, encontramos que hacia 1985 la tasa de participación de las
mujeres en el mercado de trabajo era de 38.6% hoy es de 54.9%.
En este sentido, la garantía
de educación, así también como el acceso y permanencia de las mujeres en el
mundo del trabajo productivo, constituyen elementos centrales para cerrar las
brechas que hay entre hombres y mujeres; puesto que mayor educación para las
mujeres y más empleo, favorece su autonomía y el ejercicio de la ciudadanía.
Sin
embargo, pese a las transformaciones que favorecen la participación de las
mujeres en el ámbito laboral, estas siguen discriminadas en esta esfera,
enfrentando en todo el mundo tasas altas de desempleo, amplia informalidad y
subempleo, y poco acceso y permanencia en el sector formal de la economía, tal
como lo demuestran los datos recogidos para la ONU y la OIT, no solo en América
Latina, sino en Norte América, Europa y otras regiones del mundo.
Desarrollo,
desigualdad, educación y mundo del trabajo en Medellín
El
Índice de Desarrollo Humano para Medellín y el Área Metropolitana fue 86.44 para 2011, sin embargo, persisten los
niveles de desigualdad que alcanzan 0.5 según el Gini, lo que hace a Medellín,
la cuarta ciudad del país con mayor nivel de desigualdad en la distribución del
ingreso después de Montería, Pasto y Cali.[2] Hoy por ejemplo,
encontramos brechas importantes en temas de desarrollo en las comunas con menor
IDH, relacionado con el ingreso al mundo del trabajo productivo y con el acceso
al sistema educativo.
En
Medellín, la ciudad ha aumentado de manera significativa en las coberturas
educativas y han bajado las tasas de analfabetismo; sin embargo, al igual que
en otras regiones del país, las mujeres tienen un acceso a la educación
desigual, al considerar variables socioeconómicas, de ubicación en la zona rural
o urbana, y la afectación por dinámicas propias del conflicto armado, concretamente
por desplazamiento forzado. Es así como
preocupa las tasas de analfabetismo de las mujeres mayores de 45 años negras e indígenas que son muy superiores a las de
otras poblaciones, y las brechas en términos educativos entre las mujeres
urbanas y rurales; lo que exigiría de la Administración Municipal respuestas a
esta problemáticas diferenciales, que permitan superar discriminación. En este aspecto es importante insistir en que
la educación constituye un factor de desarrollo muy importante para las mujeres
y que cuando se disminuye la inversión de recursos por parte del estado, para
un tema como la disminución de coberturas en extraedad, esto afecta la realidad
de las mujeres.
Hay avances en Medellín para
la transversalización del enfoque de género en el tema de educación,
materializados en el Acuerdo 036 de 2011,[3] a través del cual la
Secretaría de las Mujeres viene impulsado acciones para la erradicación del
sexismo en la educación. Sin embargo, siguen persistiendo obstáculos en las
instituciones educativas para la implementación del enfoque, por la poca
sensibilización y falta de formación de los educadores y educadoras en el tema.
Asuntos a tener en cuenta
para el análisis del mercado laboral:[4]
·
Doble
y triple jornada laboral, este es un tema a menudo “minimizado”,
pero para nosotras es importante políticamente visibilizarlo y relacionarlo con
los asuntos de la economía del cuidado (Ley 1413 de 2010).[5]
Las mujeres ingresan al mercado laboral, pero los hombres no ingresan al
trabajo reproductivo, lo que constituye un elemento de desgaste y saturación
del trabajo para las mujeres. A lo
anterior se suma, la interrupción en las trayectorias laborales de las mujeres,
ya que estas asumen las tareas del cuidado, sobre todo cuando tienen niños y
niñas pequeñas.
·
Las
tasas de desempleo de las mujeres siguen por encima de las de la población
masculina, para las primeras en el 2011, esta alcanzó
el 13.8%, mientras que para los segundos fue de 10.8%. Datos importantes en
relación con las comunas con mayor IDH y las de menor IDH muestra por ejemplo, como
en el Poblado la tasa de desempleo de las mujeres es de 5.8% mientras en el Popular
es de 23.5%.[6] Sin embargo, es importante anotar que hasta
en las comunas, en las cuales se presume, que las mujeres tengan mayores
oportunidades de acceso al mercado de trabajo, estás siguen siendo
discriminadas.
·
La tasa de subempleo por
ingresos y competencias para las mujeres en Medellín fue de 24.1% en el
2011 (en el caso de los hombres este es
del 22.5% para este mismo año).[7]
El 32.5% de las mujeres están como cuenta prosistas y siguen concentradas en
las ramas de la economía que representan mayor informalidad y menor crecimiento
económico, de lo que podría deducirse el tipo y la calidad del empleo en el que
están localizadas.
·
Permanecen formas precarias
de inserción laboral para las mujeres, lo que remite a preguntas por el tipo de
educación que recibimos las mujeres, ¿Por qué sí tenemos más años de educación
estamos más subempleadas, informalizadas y precarizadas?
·
Las políticas locales de
generación de empleo y de aumento de ingresos para las mujeres están dirigidas
al auto-empleo, lo que muchas veces es una manera de insertarse en el mercado
laboral de forma precaria.
·
No hay una correspondencia
con las políticas públicas de trabajo decente y, economía social y solidaria,
cuando estas políticas no son lo suficientemente desarrolladas para plantear
estrategias de acceso y permanencia de las mujeres en el mercado laboral.
·
Gran parte de los hogares del
Programa Medellín solidaria tienen jefatura de hogar femenina, estas mujeres
tienen pocas oportunidades de capacitación y de formación; lo que reafirma, la
necesidad de mantener las acciones afirmativas para las mujeres en esta área.
Asuntos críticos frente al tema de
educación y acceso y permanencia en el mundo del trabajo
·
No se aplica el concepto de
trabajo decente suscrito por la OIT y en parte ratificado con una política
pública en la ciudad, en los modelos de emprendimiento implementados para las
mujeres (recordemos que el trabajo decente
se establece con criterios de libertad, dignidad humana, igualdad y seguridad
como condiciones necesarias y muy importantes para el mundo del trabajo
productivo).
·
Las formas de trabajo no
remuneradas, el trabajo familiar sin remuneración sigue estando concentrado en
las mujeres, al igual que el subempleo y la informalidad.
·
No hay una correspondencia
con la mayor educación de las mujeres y su mejor ubicación en el mundo del
trabajo.
·
Temas como el desempleo, la
informalidad y el subempleo en las mujeres, no competen únicamente a la
Secretaría de las Mujeres, se requiere de políticas públicas que afecten las inequidades,
no solo para las mujeres, sino para otras poblaciones que también están muy
discriminadas y precarizadas en la fuerza de trabajo.
·
Los emprendimientos no son
la solución a los problemas de las mujeres en el mercado de trabajo, hay
aspectos estructurales que se requieren trabajar con políticas más contundentes
de orden nacional, regional y local.
·
Se requiere mantener las
acciones afirmativas para las mujeres en educación, ya que estas repercutirán
en el futuro, en su mejor ubicación en el mercado de trabajo.
[1] Datos extraídos del estudio: Mercado de trabajo en Antioquia,
definiciones conceptuales y elementos para la discusión. Red de Observatorios Regionales del Mercado
de Trabajo –Red ORMET
[2] Ibíd. Pág. 51
[3] Política pública de transversalización de género para los proyectos
educativos institucionales.
[4] Los datos utilizados para análisis del mundo del trabajo, son extraídos del
estudio: Mercado de trabajo en Antioquia, definiciones conceptuales y elementos
para la discusión de la Red de Observatorios Regionales del Mercado de Trabajo
–Red ORMET.
[5] Por medio de la cual se regula la inclusión de la economía del cuidado
en el sistema de cuentas nacionales con el objeto de medir la contribución de
la mujer al desarrollo económico y social del país y como herramienta
fundamental para la definición e implementación de políticas públicas. Economía
del cuidado: “hace referencia al trabajo
no remunerado que se realiza en el hogar, relacionado con mantenimiento de la
vivienda, los cuidados a otras personas del hogar o la comunidad y el
mantenimiento de la fuerza de trabajo remunerado. Esta categoría de trabajo es
de fundamental importancia económica en una sociedad.
[6] Ibid.
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